domingo, 15 de enero de 2012

humildad&compartir!*

La generosidad de un hombre llamado Bernabé le ganó un lugar destacado en el libro de Los Hechos de los Apóstoles. Bernabé vendió una heredad y trajo el precio de la venta y lo puso a los pies de los apóstoles para que éstos lo usaran en la misión de la joven iglesia. Su ejemplo ha inspirado a creyentes de todas las épocas durante casi 2.000 años. Hoy, muchos cristianos están siguiendo el ejemplo de Bernabé, dando generosamente a la obra de Dios para que el evangelio avance y llegue a todas las naciones. La entrega y generosidad de estos hermanos es esencial para la misión de la iglesia. Hace ya algún tiempo, dos queridas hermanas crearon un popular juego para niños llamado  Candy Land.

 La hermana superviviente dejó escrito en su testamento que una parte de los futuros beneficios del juego se destinara a la extensión del evangelio. Eso fue hace años. En los años siguientes, Candy Land ayudó a llevar el evangelio a millones de hogares en todo el mundo. Para contribuir al Factor Bernabé sólo se necesita un corazón generoso y visión para ver que, con nuestra contribución, por pequeña que sea, podemos llegar al corazón de mucha gente y dar un giro a sus vidas. Es asombroso lo que Jesús puede hacer con lo que ponemos en sus manos por poco que sea. Recordemos que con cinco panes y dos peces que un niño le dio, Jesús dio de comer a una multitud de cinco mil personas.




Cristina Sigler

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